Descripción del libro
La tesis de Nee es que la Iglesia, como Cuerpo de Cristo, (según se desprende de Efesior 1: 22-23), ha de mantener una relación orgánica entre todos sus miembros como miembros del Cuerpo, es decir, una relación entre todos aquellos que han creído en Cristo Jesús. Pero esto no significa una relación estructural u organizativa que las agrupe por etiquetas confesionales o denominaciones, etiquetándolos y separándolos unos de otros.
En el Cuerpo de Cristo no hay lugar para etiquetas denominacionales. En los tiempos del Nuevo Testamento, todos los creyentes de una misma ciudad se juntaban en una sola comunidad local, razón por la que las Epístolas vam siempre dirigidas a la totalidad de los creyentes en una localidad determinada: Corinto, Éfeso, Galacia, Filipos, etc. Ni Pablo no los demás apóstoles dirigen nunca sus cartas a una iglesia o comunidad con un nombre en particular o de una calle en particular. La enseñanza de Pablo es muy claro en este punto: entre los creyentes de una localidad no debe haber divisiones.
En la Iglesia como Cuerpo de Cristo (y eso quiere decir el conjunto de todos los creyentes) no puede haber diferencias entre griegos o judíos, y esto implica que tampoco debe haberlas entre bautistas, presbiterianos, metodistas o cualquier otra distinción confesional: los creyentes han de ser un solo cuerpo y Cristo ha de ser el todo en todos.
Dice el propio Watchman Nee sobre este libro:
«Este libro no es para que lo lea cualquiera. Únicamente aquellos que sienten sobre sus espaldas la responsabilidad del ministerio, aquellos que honrada y verdaderamente contemplan el servicio cristiano con un corazón abierto y libres de prejuicios. Cabe decir, pues, que su lectura es una piedra de toque que pone a prueba la sinceridad y honradez del lector»
En el Cuerpo de Cristo no hay lugar para etiquetas denominacionales. En los tiempos del Nuevo Testamento, todos los creyentes de una misma ciudad se juntaban en una sola comunidad local, razón por la que las Epístolas vam siempre dirigidas a la totalidad de los creyentes en una localidad determinada: Corinto, Éfeso, Galacia, Filipos, etc. Ni Pablo no los demás apóstoles dirigen nunca sus cartas a una iglesia o comunidad con un nombre en particular o de una calle en particular. La enseñanza de Pablo es muy claro en este punto: entre los creyentes de una localidad no debe haber divisiones.
En la Iglesia como Cuerpo de Cristo (y eso quiere decir el conjunto de todos los creyentes) no puede haber diferencias entre griegos o judíos, y esto implica que tampoco debe haberlas entre bautistas, presbiterianos, metodistas o cualquier otra distinción confesional: los creyentes han de ser un solo cuerpo y Cristo ha de ser el todo en todos.
Dice el propio Watchman Nee sobre este libro:
«Este libro no es para que lo lea cualquiera. Únicamente aquellos que sienten sobre sus espaldas la responsabilidad del ministerio, aquellos que honrada y verdaderamente contemplan el servicio cristiano con un corazón abierto y libres de prejuicios. Cabe decir, pues, que su lectura es una piedra de toque que pone a prueba la sinceridad y honradez del lector»
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Autor Nee, Watchman Idioma es