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Tomas De Aquino

Tomas De Aquino
Teólogo dominico, sin duda, el mayor teólogo de la Iglesia católica y el hombre de mayor talento para profundizar en filosofía y teología y exponer con claridad meridiana el fruto de sus estudios. En realidad, es el fundador de la escolástica. De él ha dicho E. Gilson: "No es la originalidad, sino el vigor y armonía de la construcción lo que encumbra a santo Tomás sobre todos los escolásticos."

Nació Tomás en Roccasecca, cerca de Nápoles. Su padre era el conde de Aquino, de donde le vino el apellido a Tomás. Siendo muy joven, y a pesar de la fuerte oposición de la familia, entró en la orden dominicana, nueva orden mendicante fundada por el español Domingo de Guzmán. Desde el principio, los dominicos habían puesto fuerte énfasis en la predicación y en la necesidad de una buena preparación académica. Tomás fue enviado a París en 1245 para estudiar y, después, a Colonia (1248-1252), donde tuvo por profesor al teólogo de la misma orden Alberto Magno. Pasó el resto de su vida, hasta su muerte, enseñando y escribiendo copiosamente en París, Roma, Orvieto (junto a Urbano IV, que lo consultaba asiduamente), Viterbo (bajo Clemente IV) y en Nápoles, donde enseñó en el estudio de la orden y en la Universidad. En 1274 fue llamado por Gregorio X al II Concilio de Lyon, pero cayó enfermo en el camino y murió el 7 de marzo de ese mismo año en el monasterio cisterciense de Fossanuova. Fue canonizado por Juan XXII en 1326 y hecho Doctor de la Iglesia por Pío V en 1567. León XIII recomendó vivamente la "sabiduría áurea de Sto. Tomás" en 1879 y lo declaró patrono de las escuelas católicas en 1880.

Atendiendo a los límites que nos impone este Diccionario, la exposición de los principales puntos de vista del tomismo requiere un buen resumen, difícil de hacer. Pero, para quienes se hayan familiarizado con la línea escolástica que seguimos, resultará útil lo que ordenadamente voy a decir a continuación:

(1) Relación de la filosofía con la teología. Son dos ciencias distintas, dos tipos de saber: la teología se funda en la revelación divina y se aprende con el ejercicio de la fe; la filosofía se funda en la razón humana y se aprende mediante el ejercicio de esa misma razón natural.

(2) Gnoseología, o teoría del conocimiento. Todo conocimiento comienza por la experiencia sensorial. El objeto primordial del conocimiento es el ser en cuanto sensible. Dios es el Ser Supremo, pero sólo puede conocerse a posteriori. (A) Tomás demuestra la existencia de Dios mediante cinco vías: (a) Por el movimiento: todo lo que se mueve es movido por otro; ha de haber un Primer Motor inmóvil; (b) Por la causa eficiente: tiene que haber una primera causa; (c) Por la contingencia: todo ser creado es contingente; ha de haber un Ser Necesario; (d) Por los grados de perfección: tiene que haber un Ser que sea sumamente perfecto y causa de toda perfección; y (e) Por el orden existente en el mundo, que requiere un Ordenador universal. A Dios se le conoce (a) por analogía, (b) no por univocidad, porque nuestro conocimiento es limitado, (c) ni por equivocidad, porque el efecto ha de parecerse a la causa y, por tanto, la creación ha de parecerse al Creador.

(3) Metafísica, o filosofía pura. (A) Basado en Aristóteles, Tomás sostiene que el ser es el concepto más universal de todos, pero esta universalidad está por encima de todos los géneros, pues es la universalidad de los transcendentales; (B) exceptuando a Dios, en quien no cabe ninguna composición, en todos los seres creados hay una distinción real entre la esencia y la existencia; (C) exceptuando a Dios, todos los seres creados constan de acto y potencia; (D) hay cuatro causas principales: (a) material, (b) formal, (c) eficiente y (d) final.

(4) Teología natural. Dios es (A) el Ser subsistente por Sí mismo, su esencia es existir; (B) el único Ser Necesario, todo lo demás es contingente; (C) inmutable, puesto que no está compuesto de potencia y acto; (D) eterno, porque el tiempo importa cambio; (E) simple, es decir, sencillo, porque no tiene ninguna composición; (F) infinito, porque no hay en el puro Ser potencia que lo limite; (G) infinitamente sabio, pues conoce perfectamente todo lo posible y todo lo existente; y (H) moralmente perfecto, por su santidad infinitamente transcendente.

(5) Cosmología, o Filosofía de la naturaleza. (A) Dios creó el mundo de la nada; (B) por la revelación sabemos que el mundo tuvo un comienzo, pero no repugna (no hay contradicción metafísica) que el mundo pudiese haber sido creado por Dios desde la eternidad, ya que Dios, causa eterna, pudo haber causado desde que existe, esto es, desde la eternidad; (C) Dios es, no sólo la causa eficiente del mundo, sino también su causa final.

(6) El hombre. (A) Basado en Aristóteles, Tomás defiende el hilemorfismo: el hombre está compuesto de materia (el cuerpo) y del alma, que es la forma del cuerpo; (B) pero, por ser el alma de naturaleza espiritual, sobrevive a la muerte y espera la reunión con el cuerpo (con respecto al cual tiene relación transcendental) en la resurrección; (C) frente al traducianismo, Tomás defiende que Dios crea directamente cada alma en el seno materno.

(7) Ética. (A) Así como en metafísica existen los primeros principios del ser, así también en ética existen los primeros principios del obrar, que son las leyes. (B) La ley se divide en (a) eterna, el plan por medio del cual Dios gobierna la creación; (b) natural, que es la participación de las criaturas racionales en la ley eterna; (c) humana, que es la aplicación de la ley natural a las comunidades de cada lugar; y (d) divina, que es la revelación de la ley de Dios por medio de las Escrituras y de la Iglesia. (C) Las virtudes se dividen en (a) morales, conocidas como cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza; y (b) teologales: fe, esperanza y caridad.

El clásico sistema tomista, después de dos siglos de decadencia, surgió vigoroso en el siglo XVI con el cardenal dominico Tomás de Vío (1469-1534), más conocido como "Cayetano", y en el siglo XVII con el también dominico Juan de Santo Tomás (1589-1644), principal representante del tomismo clásico y más ceñido al pensamiento de Tomás que Cayetano.

El tomismo volvió a triunfar en el siglo XIX, especialmente gracias al apoyo ya mencionado de León XIII, tomando el nombre de neotomismo. Neotomistas clásicos son los italianos Sanseverino, Tongiorgi y Taparelli, el cardenal Mercier, fundador de la Universidad de Lovaina; los franceses R. Garrigou-Lagrange, J. Maritain y E. Gilson; Böumker en Alemania; F. Copleston, en Inglaterra. Neotomistas transcendentales (que han tratado de adaptar al tomismo el pensamiento de Kant) son el francés J. Maréchal, el canadiense B. Lonergan y el alemán K. Rahner, como principales representantes de dicho movimiento.

Entre los tomistas no católicos destaca el anglicano E.L. Mascall y el evangélico Norman L. Geisler.

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