Lund, Enrique
Primer misionero bautista sueco que trabajó en Cataluña (España). Llegó a Galicia en 1877 acompañado de un español casi ciego, llamado Previ. Seguidamente pasaron a Figueras. Muerto Previ Lund regresó a Suecia. Allí contrajo matrimonio y consiguió interesar a sus paisanos por la obra misionera en España. De nuevo en este país, en compañía de su esposa, comenzó su tarea como fundandor de iglesias conforme al método paulino de radicarse con algunos discípulos por una temporada en una población y dejando el cuidado de los convertidos a los miembros más experimentados, pasar a otra. En los primeros tres años de esta nueva etapa evangelizaba en trece localidades distintas.
Fundó la revista mensual El Evangelista (1884), cuya finalidad era "difundir el sencillo y puro evangelio de Jesucristo y los grandes principios del cristianismo, según las doctrinas que el Divino Maestro enseñó." A los seis años cayo enfermo y la dirección pasó definitivamente a Enrique Payne, misionero de las Asambleas de Hermanos, que sostenían una obra en Barcelona.
E 1893, recuperado en salud, editó El Eco de la Verdad, con artículos en catalán y castellano. Por entonces comenzó a usar el seudónimo literario "Arboleda". En 1889 perdió a su esposa y tres hijitos. Pero no permitió que amargura quemara sus energías para proseguir en la obra misionera, sin flaquezas ni desmayos.
Cuando en el año 1900 fue enviado por su misión a Filipinas, produjo varios libros y la Revista Homilética (1913), para ayuda de predicadores y estudiosos. Una vez jubilado, escribió mensualmente desde California y envió para sufragar los gastos de la publicación de la revista en Valencia (España). Falleció el 13 de febrero de 1933 en Estados Unidos.
Fundó la revista mensual El Evangelista (1884), cuya finalidad era "difundir el sencillo y puro evangelio de Jesucristo y los grandes principios del cristianismo, según las doctrinas que el Divino Maestro enseñó." A los seis años cayo enfermo y la dirección pasó definitivamente a Enrique Payne, misionero de las Asambleas de Hermanos, que sostenían una obra en Barcelona.
E 1893, recuperado en salud, editó El Eco de la Verdad, con artículos en catalán y castellano. Por entonces comenzó a usar el seudónimo literario "Arboleda". En 1889 perdió a su esposa y tres hijitos. Pero no permitió que amargura quemara sus energías para proseguir en la obra misionera, sin flaquezas ni desmayos.
Cuando en el año 1900 fue enviado por su misión a Filipinas, produjo varios libros y la Revista Homilética (1913), para ayuda de predicadores y estudiosos. Una vez jubilado, escribió mensualmente desde California y envió para sufragar los gastos de la publicación de la revista en Valencia (España). Falleció el 13 de febrero de 1933 en Estados Unidos.
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12. Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento: Colosenses
Dice al respecto José Mª de Rus, pastor y profesor de homilética:
«¿Por qué la carta a los colosenses es tan pertinente hoy? ¿Qué hay en común entre aquella sociedad y aquella iglesia y la Iglesia del siglo XXI? ¿Cómo tender ese puente entre dos mundos?
En la iglesia de Colosas se estaba introduciendo una ideología basada en argumentaciones filosóficas (sofismas, 2:4) que presuponían explicar la persona Divino-humana de Jesús con razonamientos basados meramente en sabiduría humana y por medio de sutiles engaños, propios del movimiento gnosticista de la época, que incluida gradaciones en el conocimiento, emanaciones desde la Deidad de ciertos seres angelicales clasificados en castas... A este movimiento se opone Pablo en Colosenses, reiterando una y otra vez que la verdadera sabiduría (sofía) y el verdadero conocimiento (epignosis) se encuentran en Cristo (2:3). Como se dará? cuenta el lector de este comentario, el análisis de estos términos nos acerca a un modo de vida sabio: aquel que conoce a Cristo y que vive a Cristo (2:6). He aquí? entonces la sabiduría cristiana: vivir a Cristo. De ahí? que repetidas veces Pablo les exhorte a hacer las cosas “como el Señor”. Así?, sofía es “el ejercicio sabio de la inteligencia” y, como en otro lugar dice: “Toda la ética cristiana depende del conocimiento pleno de la voluntad divina”.
Pero la verdadera sabiduría no es solo el argumento central de Pablo en esta carta. La suficiencia de Cristo para la salvación y la santificación se palpa en cada rincón de la epístola. Hubo -y los hay aún en nuestro tiempo- quienes abierta o veladamente quieren complementar, por no decir perfeccionar, la obra de Cristo, imponiendo criterios y condiciones humanas para salvarse y santificarse. La Iglesia ha afirmado con rotundidad meridiana y basada en las Escrituras la salvación por gracia; pero la santificación debe ser -dicen ellos- cumpliendo un catálogo caprichoso de normas que perfeccionen la vida cristiana: no comer esto, no beber lo otro, guardar esta fiesta (2:16)... ¡pesadas cargas que ni nuestros padres pudieron llevar! (Hch. 15:10). Y quienes hemos escuchado predicar a Samuel, sabemos lo enérgico que es cuando de enfrentar esta falsedad se trata. Una falsedad que agota espiritualmente a los creyentes; que pone el énfasis de la vida cristiana en el esfuerzo carnal en vez de en la obra del Espíritu, reproduciendo la vida de Cristo en nuestra vida. Es una falsedad porque niega la perfección de la obra de Cristo, quien muere, resucita, asciende y se sienta a la diestra de Dios (3:1, 2), afirmando a fin de cuentas que a esta obra perfecta le faltaba algo. ¡No extraña que Pablo use constantemente términos como plenitud, plenamente, todo, enteramente, completos...! Cristo es suficiente para la vida cristiana. Quienes le conocemos sabemos que la relectura del Nuevo Testamento para hacer esta serie de comentarios le ha valido para experimentar una vez más el sentido de la vida cristiana: Cristo, en su plenitud y suficiencia.
En el comentario a 1:6, también se refiere al relativismo como el sistema de pensamiento que divide la verdad fragmentándola en unidades de medida que no son completas porque cada una deja de ser verdad absoluta. Nos tememos que en muchos púlpitos se está instalando un relativismo que pretende minar la verdad absoluta de la Escritura, con la consecuente falta de profundidad en la vida de los creyentes. Y esta falta de profundidad se debe, por tanto, en gran medida a la falta de conocimiento de las propias Escrituras (Is. 5.13 y Pr. 19.2) y de la maravillosa persona de Jesús, que nos ha sido hecho sabiduría de Dios (1 Co. 1:30). A mentes livianas le corresponden vidas livianas. En una conversación reciente con el autor nos lamentábamos -con razón o no- de que ya queden pocos pensadores cristianos españoles, quienes fundamentados en el conocimiento de la Escritura e impulsados por el Espíritu, impacten a los creyentes con la Palabra de Dios y los exhorten en el Nombre de Cristo a vivir vidas profunda y consecuentemente cristianas. Mentes cristianas pensantes y vidas cristianas piadosas ¡qué falta nos hacen!
Finalmente, a diferencia de otros comentarios, en esta obra encontramos que las argumentaciones exegéticas obedecen más a un análisis gramático-histórico-literal que a ese raciocinio relativista de moda. Y es así? porque se ha educado bíblico-teológicamente con quienes sabían lo que decían en cuanto a la Escritura y de ella. Es este, pues, un comentario netamente exegético y no eisegético: la argumentación se extrae del texto bíblico y no al contrario. La fluidez del argumento de la carta se ve respetada en el comentario, de modo que no se pierda la idea exegética principal. Y este rigor académico— decíamos antes— impide que la aplicación pastoral quede relegada a un segundo plano.
Cuando uno estudia la Escritura tiene que tomar aquella actitud de los de la ciudad de Berea: ser de mente más abierta, tener buena disposición y examinar cada día las Escrituras para ver si estas cosas son así (Hech. 17.11).
Así que no me queda otra que recomendar con todo el corazón este comentario (y toda la serie) a aquellos que deseen profundizar en el estudio bíblico y a aquellos que quieran conocer más de la plenitud y perfección de la obra de Cristo. Hay libros que valen más de lo que cuestan. Este es uno de esos. Léelo, estudia la Escritura y disfruta de tu plenitud en Cristo. Él es suficiente para ti.
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12 Sermones selectos de John MacArthur
Descargar previa
ISBN: 978-84-8267-852-8
Son los doce sermones más importantes que John MacArthur ha predicado y que han contribuido a acercar a muchas personas a Cristo y a revolucionar completamente corazones y vidas.
Están ordenados cronológicamente, comienzan con una introducción al contexto histórico en que se predicaron y luego el sermón completo. Son actuales, contemporáneos y prácticos, de circunstancias que vivimos hoy en día, y con los que podrá aprender, educarse e inspirarse a través del estilo de predicación de John MacArthur. Una forma bíblica y profunda basada, tal y como él y Gracia a Vosotros consideran, en que:
“La palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos …“ Hebreos 4:12 -
Lo que toda esposa cristiana debe saber
ISBN: 978-84-7228-227-9
El matrimonio forma parte del plan de Dios desde la fundación del mundo. Sin duda, es el principal eje de la sociedad, y si la vida familiar se corrompe, la sociedad en general se corrompe. Esposo y esposa deben ser conscientes de la responsabilidad que juegan dentro de esta institución santificada y de sus influencias en la sociedad,
Sin embargo, la vida familiar acarrea consigo dificultades que han de ser superadas: en la relación matrimonial, en la educación de los hijos, en la relación con el resto de la familia, en la compaginación de la vida laboral con el hogar...
De manera especial, hoy en día, en que los valores están en crisis y el núcleo familiar se ve amenazado, es clave que los esposos cristianos se mantengan firmes en unos principios sólidos; conscientes que Dios está siempre dispuesto a echarles una mano si están dispuestos a colaborar con él y dejarse guiar por su voluntad.
En estos dos libros conexos: "Lo que toda esposa cristiana debe saber" y "Lo que toda esposa cristiana debe saber" el Dr. William W. Orr analiza desde ambas perspectivas: la femenina y la masculina, las posibles dificultades a las que suele enfrentarse una paren, y ofrece respuestas prácticas fundamentadas en la Palabra de Dios.
En este caso, el libro va dirigido a las esposas cristianas y al rol que juegan en el matrimonio dentro del plan divino. -
Las raíces de la cultura occidental: Las opciones pagana, secular y cristiana
ISBN: 978-84-7645-998-X
Constituye una magnífica introducción a la historia de las ideas, en particular de las ideas sociales y políticas desde una perspectiva cristiana.Estudia el nacimiento de la moderna sociología y sus distintas escuelas. Se adentra en la distinción entre Estado y sociedad, así como los conceptos, estamentos y conflictos de clase. Expone los problemas básicos de la sociología actual y señala la urgente necesidad del desarrollo de una sociología basada sobre un fundamento escritural cristiano.
Un texto excelente de sociología y filosofía desde una perspectiva cristiana, para Institutos y Seminarios. -
Libro de Oro de la verdadera vida cristiana
ISBN: 978-84-8267-715-6
Publicada en 1550 en latín y francés, con el título "De Vita Hominis Christianiti", y traducida a diferentes idiomas a lo largo de las generaciones, esta obra de Juan Calvino es uno de los clásicos devocionales de la literatura protestante, comparable a las grandes obras de la devotio moderna como "La Imitación de Cristo" de Thomas de Kempis y el "Manual de la reforma interior" de Gerald Zerbolt.
No obstante, la obra de Calvino adopta un enfoque distinto al centrarse, de una manera especial, en los aspectos eminentemente prácticos de la vida cristiana, tomando así la línea más realista manifestada por el mismo Jesucristo:
«No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal» (Jn. 17:15).
Podemos afirmar, pues, que "El Libro de oro de la verdadera vida cristiana" contiene en su esencia todo el genio de la Reforma, en tanto que alienta el corazón, inspira la mente y enardece la voluntad.
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