DuPlessis, David Johannes
Dirigente del pentecostalismo y precursor del movimiento carismático. Nació en el seno de una familia campesina sudafricana de ascendencia hugonote, en una comuna cerca de la Ciudad del Cabo. Sus padres habían sido expulsados de la Iglesia Reformada de Holanda por hablar en lenguas manifestar otras características pentecostales.
A los once años de edad se convirtió dramáticamente en medio de una tempestad, y fue bautizado en Basutolandia. A los trece años recibió el bautismo del Espíritu Santo, alcanzando fama como predicador. Por medio de una visión y palabra profética de un evangelista inglés, supo que Dios le iba a utilizar para llevar el mensaje pentecostal a las denominaciones históricas y a los círculos ecuménicos. A los carismáticos que comenzaron a aparecer en las distintas iglesias, les aconsejó permanecer en ellas.
Tuvo amplias relaciones con dirigentes cristianos de todo el mundo y de todas las confesiones. Asistió como observador al Concilio Vaticano II. Debido a estas actividades fue expulsado de su propia denominación Asambleas de Dios, en 1962.
Du Plessis consideraba que “hablar en lenguas” era una consecuencia más que una evidencia del la venida del Espíritu al creyente. El don de sanidad, dijo, es dado a los enfermos y no a los evangelistas que oran por ellos.
A los once años de edad se convirtió dramáticamente en medio de una tempestad, y fue bautizado en Basutolandia. A los trece años recibió el bautismo del Espíritu Santo, alcanzando fama como predicador. Por medio de una visión y palabra profética de un evangelista inglés, supo que Dios le iba a utilizar para llevar el mensaje pentecostal a las denominaciones históricas y a los círculos ecuménicos. A los carismáticos que comenzaron a aparecer en las distintas iglesias, les aconsejó permanecer en ellas.
Tuvo amplias relaciones con dirigentes cristianos de todo el mundo y de todas las confesiones. Asistió como observador al Concilio Vaticano II. Debido a estas actividades fue expulsado de su propia denominación Asambleas de Dios, en 1962.
Du Plessis consideraba que “hablar en lenguas” era una consecuencia más que una evidencia del la venida del Espíritu al creyente. El don de sanidad, dijo, es dado a los enfermos y no a los evangelistas que oran por ellos.