Dionisio Areopagita
Con este nombre han llegado hasta nosotros cuatro extensos tratados y una docena de cartas de un autor desconocido de los siglos V/VI, a través del cual el platonismo de la Iglesia antigua entró en el pensamiento de los teólogos medievales. Hubo quienes lo identificaron, sin fundamento alguno, con el Dionisio de Hch. 17:34.
La hipótesis más verosímil hace de él un monje sirio, alumno del neoplatónico Proclo (410-485), antes de convertirse al cristianismo. Su obra parece escrita entre los años 482 y 530. Se convirtió en un maestro de los místicos, tanto de Occidente como de Oriente, que inspiró a Dante en su descripción del Paraíso e incluso a san Juan de la Cruz. Usaron ampliamente sus escritos Hugo de San Victor, Buenaventura, Alberto Magno y Tomás de Aquino.
Los principales temas de este pseudo Dionisio Areopagita son los siguientes: El Universo consta de una jerarquía de seres que ponen a Dios en contacto con el mundo. Cada ser emerge directamente de Dios, siendo Jesús el principio creador y el consumador de todas las jerarquías. En la tierra existe una jerarquía que refleja la jerarquía celestial y consta de obispos, presbíteros, diáconos, etc. A Dios se le puede conocer muy imperfectamente por la vía positiva, siendo la vía negativa o apofática el mejor modo de conocerle, teniendo en cuenta que el único atributo que refleja exactamente el Ser de Dios es el "Yo soy el que soy" de Éx. 3:14, dado que toda definición de Dios sería limitar lo ilimitado trascendente. Dios no es accesible al conocimiento, sino sólo a la total ignorancia. El místico, como Moisés ascendiendo al Sinaí, donde va a encontrarse con Dios, debe penetrar como él, más allá de toda luz, en el seno de la nube tenebrosa que le oculta, pero que es fuente de toda luz. Así se llega a "la Oscuridad del Desconocido", que es, al mismo tiempo, una ignorancia completa de Dios y un conocimiento muy superior al de la razón.
La hipótesis más verosímil hace de él un monje sirio, alumno del neoplatónico Proclo (410-485), antes de convertirse al cristianismo. Su obra parece escrita entre los años 482 y 530. Se convirtió en un maestro de los místicos, tanto de Occidente como de Oriente, que inspiró a Dante en su descripción del Paraíso e incluso a san Juan de la Cruz. Usaron ampliamente sus escritos Hugo de San Victor, Buenaventura, Alberto Magno y Tomás de Aquino.
Los principales temas de este pseudo Dionisio Areopagita son los siguientes: El Universo consta de una jerarquía de seres que ponen a Dios en contacto con el mundo. Cada ser emerge directamente de Dios, siendo Jesús el principio creador y el consumador de todas las jerarquías. En la tierra existe una jerarquía que refleja la jerarquía celestial y consta de obispos, presbíteros, diáconos, etc. A Dios se le puede conocer muy imperfectamente por la vía positiva, siendo la vía negativa o apofática el mejor modo de conocerle, teniendo en cuenta que el único atributo que refleja exactamente el Ser de Dios es el "Yo soy el que soy" de Éx. 3:14, dado que toda definición de Dios sería limitar lo ilimitado trascendente. Dios no es accesible al conocimiento, sino sólo a la total ignorancia. El místico, como Moisés ascendiendo al Sinaí, donde va a encontrarse con Dios, debe penetrar como él, más allá de toda luz, en el seno de la nube tenebrosa que le oculta, pero que es fuente de toda luz. Así se llega a "la Oscuridad del Desconocido", que es, al mismo tiempo, una ignorancia completa de Dios y un conocimiento muy superior al de la razón.